A propósito del libro "Mentes peligrosas: sujetos, miradas y contenidos de educación en películas del siglo XXI

Oswaldo Escobar Uribe
Me siento muy honrado nuevamente por la solicitud que me hacen los autores de presentar ante Ustedes esta obra intelectual que representa una quintaentrega y que —desde mi punto de vista— da muestra de las estrategias alternativas de formación que el Dr. Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Mtro. Armando Meixueiro Hernández llevan a cabo desde hace varios años, en su papel de formadores de docentes en educación ambiental.
Quiero comenzar resaltando este punto porque quizá ustedes se pregunten ¿qué tiene que ver el cine con la educación y, en específico, con la educación ambiental y para colmo con el acto investigativo? Estas preguntas tienen respuesta aquí, en este libro, que representa una de las muchas acciones que cuestionan, sistematizan, accionan y evalúan las prácticas cotidianas de personajes llevados a la pantalla, y que a modo de intérpretes, los autores traducen en breves textos analíticos educativos.
Este libro no es un hecho aislado, más bien es el resultado de un proyecto más amplio y profundo. En otros foros de discusión, tanto el Dr. Ramírez como el Mtro Meixuero han expresado su interés por no sólo mantener un estado de comprensión de su campo, sino también por intervenir en él y difundir lo que construyen. Hemos sido testigos, quienes nos hemos sumado a muchas de las actividades que promueven, que su inquietud es constante y que en todos imponen una actitud abierta, dialógica y crítica1, y hoy vemos materializada en este LIBRO de portada verde, conformado por 18 breves, algunos brevísimos artículos, pero no por ello menos importantes, y que además tiene en su haber 135 páginas, y representa una empresa de escritura colectiva que al final de cuentas destaca que la educación está en todo mínimo aspecto de nuestra vida y que el cine “parafraseando al Dr. Tonatiuh”, también educa.
Con esta premisa, la estrategia empleada es la compilación de varios escritos, lo cual permite la lectura de una sola sentada y saborear lo ligero de la pluma; o bien, como en mi caso, seleccionar aquellos títulos de mayor interés o curiosidad e incluso releer aquel que más gustara o impactara.
En cualquiera caso, la lectura me invitaba a repensar las propuestas de análisis y a pesar de que en un principio la presentación parece ser caótica, con lo que llegué a pensar era una mezcla ‘sin ton ni son’ de artículos, eventualmente me di cuenta que existía una lógica discursiva y de orden del texto, que finalmente se volvió intrigante.
En lo personal, considero que los autores tienen una manera poco ortodoxa pero efectiva de desarrollar sus ideas. Pues, aquí, el lector no sólo encuentra una ficha técnica de la película en cuestión o breve descripción de la trama, también abordan desde distintos marcos comprensivos históricos, políticos, sociales, simbólicos, y/o filosóficos, entre otros, temas o sujetos de la educación.
Con ello, generan un debate, analizan con categorías, citan otros trabajos o bien se citan entre sí, pero al final nos dejan muy claro su postura o punto de vista. Mismo con el cual podemos estar de acuerdo o disentir, pero que finalmente invitan a la reflexión de su posturas.
A medida que avanzaba en la lectura, pude corroborar que muchos de los comentarios son verdaderos retos de estas mentes inquietas, ¡peligrosas, como nos advierten los autores! La elaboración de cada ensayo vincula las tramas y lenguajes cinematográficos con el campo educativo, dividido en dos partes: los sujetos de la educación y algunos temas.
En realidad, ésta es la única concesión que nos hacen los autores en cuanto a organización. El resto es elucubración propia. Usted, como lector, decide cómo lo replantea, organiza o categoriza, aunque finalmente esto es lo menos relevante.
Lo que sí importa son los temas, los cuestionamientos y las reflexiones en torno a temas como la guerra y la forma en la que los niños la viven y la comprenden, y que de ello da cuenta el cine de manera profusa y variada.
Otra temática importante es la figura docente y los modelos ideales que socialmente en el cine se han representado; es decir, desde el profesor apóstol, como el Sr. Thackeray en la película Al maestro con cariño, hasta aquel que es castrante, como la directora del plantel educativo Tronchatoro, en Matilda. Estos roles, nos dice, son los que tradicionalmente reconocemos y representamos socialmente pero, sin duda, aseguran, en este siglo surgen nuevos modelos en medio de la crisis de civilización moderna.
Pero esto no lo es todo, no sólo los roles cambian y ello nos lo aclara Armando Meixuero cuando nos presenta la película Indiferencia, donde también destaca los dilemas éticos y experiencias de revaloración y redefinición docente ante el fracaso escolar y rezago educativos. Temas que preocupan sobremanera a nuestro gremio.
Otro rasgo de este libro es que los autores abordan obras cinematográficas de muy diversos países como descubrimos con grata sorpresa en el artículo donde comenta el alma y contextos de películas realizadas en Iberoamérica. Finalmente, no podía faltar la figura de los padres en el cine. Más aquí no es la relación padre-maestro la que se reconstruye, sino la figura del padre visto como el primer maestro de los hijos.
Ya en el segundo apartado del libro, destaca en uno de los primeros artículos la discusión de la manera como el cine influye formativamente en los docentes y puede explotarse didácticamente no sólo para mostrar la complejidad dialéctica de la realidad, sino también para destacar objetivamente las prácticas culturales dominantes que nos hace reflexionar sobre el actual modelo civilizatorio y sus nefastas consecuencias. En este sentido, el cine se muestra como una herramienta sensibilizadora y de modelaje de prácticas culturales dominantes.
Otros temas que no dejan de ser importantes y que se discuten ampliamente desde el cine son los temas de la interculturalidad, de los derechos humanos, sobre la imagen femenina, la ciencia, así como trozos de la historia y política de México. El apartado concluye con una entrevista al nieto de Juan Rulfo, director del film “En el Hoyo”.
Concluyo que ambos autores, tanto Armando Meixueiro Hernández como Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán no sólo son profesores, investigadores y agentes principales de la formación de educadores ambientales, también apasionados del cine con un amplio acervo que en los últimos años han venido vinculando a su espíritu de formadores.
El libro, por extensión, exhibe una muy rica y profunda gama de temas, la mayoría conocidos porque sin duda los hemos visto en los títulos de las carteleras de los cines, pero discutidos a partir de marcos comprensivos de mayor complejidad y reto. Por lo anterior, sólo me queda recomendarles que acompañados de una deliciosa bolsa de palomitas, aborden a los sujetos y temas de la educación desde la butaca de su sala en este colorido y multifacético escaparate de crítica cinematográfica bajo argumentos educativos.
1 Entiendo el concepto de postura crítica como la pertinente confluencia de distintos discursos que permiten ver al objeto de análisis de manera más integral u holístico.

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