Fidel Silva Flores
Los
alumnos de la escuela se encontraban en el patio escolar; era un día especial, la escuela cumplía 30 años de ser fundada y la
ceremonia y festejos, prometían ser grandiosos.
Los organizadores como corresponde a todo encargada de la logística escolar, se encontraban
en su punto culminante verificando y organizando los últimos toques del tan esperado
evento. Los padres de familia, alumnos maestros, personal manual y
administrativo se encontraban ocupando sus lugares. Se iniciaron los honores
correspondientes en donde todos los presentes guardaron compostura y dignidad
al entonar con energía los himnos correspondientes. Al terminar la
ceremonia cívica se destacaron
los valores de la comunidad escolar (padres de familia, alumnos y personal de
la escuela) pasada y como ahora se seguían sosteniendo con la misión y visión presentes. Fue un evento
magno el que ahí se dio. Todos
comentaron en voz baja y alta de como la escuela secundaria de la comunidad
seguía aportando ese
plus que todos necesitan para continuar
estudios de la mejor manera posible. A pasar al salón de dibujo técnico el más grande de la escuela y
concentrarse los invitados a ese pequeño
espacio de comunicación educativa se empezó a notar algo extraño, varios de los presentes
entre ellos varios representantes de las autoridades que no pudieron asistir y
los padres de familia, vieron algo que otros no vieron: una niña con uniforme escolar que se
encontraba en el ventanal del piso superior
de la escuela, no participó
en los festejos escolares. Existía
cierta molestia en varios de ellos porque si es todos, alumnos, maestros y padres de familia, todos tenían que estar en el patio escolar. El C. director, extrañado por el suceso al acercarse
a ellos, ofreció investigar que
alumna se había "escapado"
de la formación y se había escondido en el espacio
referido. Una maestra, de las fundadoras de la escuela al escuchar el
comentario ofreció una posible explicación: la niña era del primero "C" y hacía tiempo que había muerto. Ella había
sido su maestra de español y comento lo
sucedido: - hace mucho tiempo, 30 años
para confirmar, un martes de labores
escolares, la niña estaba muy triste
y participó de manera esporádica en la clase de español, por lo tanto la asesora, más adelante un poco
arrepentida, le llamó la atención en público como se acostumbraba en
esa época para que se aplicará más en la materia, la niña distraída le aseguró que así sería. A terminar la última clase de la materia la
niña se le acercó y al despedirse de la maestra
le aseguró que la desatención a la mejor maestra de español de la escuela no se volvería a repetir.
En efecto el día miércoles faltó a clases; el jueves la madre
de familia avisó a la dirección escolar del fallecimiento de
la menor; se había suicidado en su
recámara y la estaban
velando en casa. No existió nota alguna y ningún explicación al respecto. La madre nunca
lo aseveró pero los
vecinos molestos dijeron que la niña sensible lo había hecho porque sus padres
peleaban constantemente frente a ella
y el problema familiar se llevó al extremo, se estaban
divorciando; ahora la pelea se daba por la custodia de la hija. Ella, al
estar en el centro del huracán se volvió más huraña y no comentaba a nadie de la
problemática familiar. Se
volvió más retraída y poco participativa en la
escuela; como los grupos contaban con más de 50 alumnos, no era fácil para la asesores darse
cuenta de la problemática de la alumna
ya que en aquellos momentos era inusual la separación paterna. Así, la escuela se volvió el refugio de la niña que no tenía a donde ir; en su casa el
ambiente no mejoraba. Uno de los lugares
en donde le gustaba estar, era frente a los ventanales, le gustaba ver el jardín y observar como los
trabajadores cuidaban las plantas con
flores. Gozaba el estar ahí
y con el pretexto de dirigirse al baño
o cualquier otro lugar, se dirigía
a su sitio de reflexión. Las prefectas en
forma constante la conminaban a dirigirse a la clase correspondiente, ella decía que sí, nunca se les enfrentó, pero en forma constante repetía la operación descrita. Antes de terminarse el año escolar la niña se despidió de este mundo ya que faltaban
pocos días para que se
diera el fallo del juez y la niña perdiera a uno de
sus padres. Lo hizo en silencio, la hija única del matrimonio ingirió medicamentos en la tarde en
su casa: sus padres habían salido cada uno
por su lado para consultar a los abogados.
Al otro día en la escuela, la
niña apareció como si nada hubiera pasado,
se encontraba en el ventanal contemplando las flores en el ir y venir de la
comunidad escolar. Varios de sus compañeros
del grupo observaron como aparecía
en su banca y como después salía de ella para dirigirse a su
refugio. A enterarse de lo sucedido, nadie osó sentarse en la silla de la
fallecida y durante muchos años una banca
solitaria permaneció así, respetando su lugar.
Los presentes guardaron prudente silencio; el director de plantel conmovido por la historia, pidió a todos un minuto de silencio por la alumna que acompañó en silencio a la comunidad en su festejo. En forma aparente la niña ha dejado de inquietar a los presentes, no ha vuelto a aparecer de acuerdo a la mayoría, otros en cambio dicen lo contrario: la niña continúa su rutina de años. Vaya usted a saber, como dicen en mi pueblo.

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